Jubileo Sur/Américas rechaza la renovación de la MINUSTAH (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití)

En el día de hoy, viernes 15 de octubre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prorrogó el mandato de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH) por un nuevo año. Desde su inicio, en el año 2004, denunciamos que la MINUSTAH no era la solución adecuada para la situación de Haití. En lugar de una fuerza de ocupación, impulsada por los Estados Unidos, Francia y Canadá, lo que necesitaba verdaderamente el pueblo haitiano era de la solidaridad activa de nuestros gobiernos y países, respetando su soberanía.

En vez de soldados, armas y balas, se deben impulsar planes de cooperación alimenticia, sanitaria y educativa, programas agrícolas a favor de los pequeños productores y su soberanía alimentaria, la formación de técnicos en infraestructura, que permita avanzar en una política de autoabastecimiento y autodeterminación, entre otras cosas. Tanto Cuba como Venezuela, demostraron que existen otros caminos de cooperación y apoyo que el militar.

¿Cuántas escuelas, hospitales y viviendas se podrían haber construido con los casi 4 mil millones de dólares que costó sostener la ocupación militar en estos seis años?

La MINUSTAH fracaso en su misión. Ninguno de sus objetivos fundantes fue cumplido. ¿Cuántas armas se supone que fueron secuestradas? ¿Cuál fue la formación que se le dio a las fuerzas policiales? ¿Qué nivel de fortalecimiento a las instituciones y la democracia se logró teniendo al país ocupado militarmente?

Por el contrario, la situación se agravó, y las denuncias y hechos de asesinatos, torturas y violaciones a los derechos humanos de la población por parte de las tropas militares se multiplicaron. Especialmente la violencia sexual hacia las mujeres, niños y niñas.

Esto sumando a la incapacidad e inoperancia puesta de manifiesto por la MINUSATH durante el terrible terremoto que azotó al país, el pasado 12 de enero. Días después de esta tragedia se produjo una nueva remilitarización e invasión de Haití por parte de miles de marines norteamericanos, portaviones y armas de guerra. Está claro que la isla ocupa un lugar estratégico en la geopolítica planteada por el Imperialismo en el Caribe.

Históricamente, Haití fue un país que supo autoabastecerse, fruto de sus riquezas y recursos naturales, hasta la avalancha imperial de saqueo, destrucción y muerte. No se podía permitir que el primer país de América en libertar a los esclavos, no fuera dependiente económicamente de los centros de poder.

A la ocupación militar se suma la económica, representada por la terrible carga de la deuda externa odiosa e ilegítima, que tuvo su origen en la era colonial y se incrementó brutalmente durante la dictadura de los Duvalier y con las políticas neoliberales de ajuste, privatizaciones y financiarización de la economía.

El FMI anunció mediáticamente la “condonación” de la deuda reclamada por este organismo a Haití, pero nada dice de las condicionalidades impuestas y de que eso obedece a abrir un nuevo proceso de endeudamiento para la reconstrucción del país, en beneficio de las grandes multinacionales de la construcción, como sucedió en Irak.

A pesar de toda esta situación y de los continuos golpes, el pueblo haitiano sigue resistiendo y luchando por un futuro prospero y digno. Es nuestra obligación acompañar esa lucha y esperanza, por un HAITI libre y soberano. Por la anulación incondicional e inmediata de la deuda externa y el retiro de las tropas de ocupación ya!

Jubileo Sur/Américas

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