Desde la salida del país de Aristide hace ya algo más de dos años, existen en Haití fuerzas de seguridad ajenas a la policía haitiana. En un primer momento fue el ejército de EEUU el que se encargó de controlar el país y posteriormente fue sustituido por una fuerza multinalcional denominada MINUSTAH (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití) formada principalmente por soldados de países latinoamericanos. Hace poco las Naciones Unidas han prolongado el mandato de dicha misión por un año más.
Pese a que a nadie se le escapa que la estabilidad y sobre todo la seguridad del país, es fundamental si quiere salir de la pobreza absoluta en la que vive ahora, existen cada vez más voces que discrepan de la labor que está desarrollando la MINUSTAH en Haití y cada vez hay más organizaciones que consideran dicha misión como una ocupación y piden la salida de los cascos azules del país.
Diversas organizaciones han registrado los abusos que se han cometido contra civiles y existen páginas web específicas en las que se recogen algunas de las matanzas producidas en los barrios más pobres de la capital como Cité Soleil.
El límite entre lo que es una misión humanitaria y una misión puramente militar es siempre difuso y pese a que la mejoría en la seguridad del país es patente, también es cierto que el precio que se ha pagado ha sido muy caro. ¿cuánto tiempo tienen que permanecer las tropas de la ONU en haití? ¿qué pasará cuando se vayan? ¿se crea con esto una dependencia todavía mayor de Haití hacia la ayuda exterior? son algunas de las preguntas que nos podemos hacer en untema tan complejo como el de las “misiones humanitarias” de las Naciones Unidas. Se puede leer más sobre este tema en un artículo publicado por uno de los colaboradores de Lanbí Elkartea en Haití